jueves, 11 de diciembre de 2014

Vídeo de la exposición de José María Madrid en el Hotel Lusso Infantas d...


El Hotel Lusso Infantas de Madrid, el hotel con arte, acoge desde el quince de Diciembre de 2.014 al 16 de Marzo de 2.015 la exposición de pinturas del artista José María Madrid.
Hotel 4 estrellas en Chueca, su dirección desde hace muchos años, viene poniendo su granito de arena para que los artistas puedan exponer sus obras y por lo tanto son unos importantes valedores del arte. Chueca es un barrio pequeño pero lleno de vida, es uno de los más cosmopolitas y divertidos de la ciudad, y el centro de la vida gay de Madrid y de España. Está delimitado por Paseo de Recoletos, Gran Vía, calle de Fuencarral y Fernando VI. Igualmente está a pocos metros de las grandes pinacotecas madrileñas, orgullo de esta ciudad.
Los visitantes podrán contemplar un total de once obras con una gran variedad temática.
Desde los paisajes urbanos con los grandes edificios de Sidney o Dubay o una mezquita en la Plaza Firdos de Bagdag (Irak), pasando por la belleza de mujeres con miradas pérdidas, ojos claros, labios carnosos con rojo intenso.

Ojos azul turquesa que nos miran detrás de una ventana.
Unas botas desgastadas que toda una generación ha usado, unas manos que nos ofrecen golosinas de colores, una mirada indiscreta que nos observa.
Mujer mediterránea suspendida en la lejanía del horizonte, o un ojo azul que no quiere que le miren.
José María Madrid nace un 27 de Mayo de 1957 en Madrid, ciudad donde reside. Oofrece un conjunto de piezas en las que huye del concepto expresado anteriormente, constituyendo una clara manifestación en contra de las veleidades de la moda conceptual, la abstracción o el informalismo matérico, de difícil comprensión hasta llegar al punto de incomunicación con el espectador, en aras de una evasión de la realidad, pudiéndose definir su obra como una preocupación estilística  y el interés de mostrar el escenario de lo actual, entre lo irreal o extraño aunque exprese algo cotidiano y común.
De formación autodidacta, arrancó su carrera pictórica en un momento clave – principios del siglo XXI- en el que, según el artista: “se empezó a producir una fuerte contestación a las vanguardias, a través del resurgir del realismo, en toda su extensión. Unos conceptos que, describen diversidad de estilos y temas, teniendo en común  el retorno a la figuración y el deseo de romper
barreras”.
La obra de Madrid Sanz presenta un concepto del Realismo, donde a pesar de la precisión en su tratamiento, la idiosincrasia del tema tiene como finalidad no suscitar emociones sino, expresarlas, reivindicando el artista con su obra, el hecho de establecer tensiones espaciales sobre un lienzo plano, para desarrollar su propia teoría del color y del juego lumínico.
El artista ofrece entornos y parajes agradables y habituales, algunos de contemplación plácida y serena, y otros donde la interrogación y la reflexión se hacen presentes. Tanto unos como otros gustan al espectador que admira su tratamiento técnico y la escena o situación expresadas en la obra, que además huyen claramente de los dictados de la crítica erudita, destinada a entelequias minoritarias, para abogar por una pintura nítida y transparente, que acerque al espectador al arte sin complicaciones.
Como gran defensor de la pintura realista, creó esta asociación junto con otros pintores realistas, procedentes de todos los rincones del país, y que tiene como única finalidad salvaguardar como proyecto cultural el Realismo.
El Realismo de Madrid Sanz no está exento a veces, de difícil definición en lo que respecta a la actualidad de las artes plásticas; en general, puesto que la mayoría de sus trabajos (óleo sobre lienzo y en formatos pequeño, medio y grandes), el artista sólo alude a una cierta actitud frente a la realidad, en la que la plasmación de ésta no tiene que ser necesariamente copia o imitación, aunque sí ajustarse a una cierta visión generalizada.
Cada una de las obras de Madrid Sanz pone al alcance del espectador, un elocuente diálogo entre la belleza y el color, con un excelente planteamiento estético, claro dominio de la composición y la estructura, y con una pincelada nítida, precisa, ágil, y con extremado cuidado en los detalles.

El artista, cuyos orígenes en su niñez fueron en la acuarela es por lo que en sus trabajos al óleo, se mezclan veladuras y pinceladas muy poco grasas.
A pesar de su incipiente entrada en el mundo del arte, su obra empieza a ser valorada por el público y la crítica. El pasado 20 de septiembre de 2013 hizo entrega al Excmo. Sr. Embajador de la República árabe de Irak, Wadee Al Batti Hannael del cuadro titulado: Basora, un óleo sobre lienzo de 100 x 41 cm. Con anterioridad, concretamente 28 de Julio, Madrid Sanz hizo entrega al Embajador de la República árabe deEgipto, D.Ayman Zaineldein del cuadro titulado: Mezquita del Sultán Hasan de El Cairo, como homenaje al gran pueblo egipcio y a su gran legado
cultural a la humanidad.
La obra de Madrid Sanz crea realidades que hacen nacer y ejercer una experiencia plástica de enorme
impacto, puesto que el detalle se emancipa de la propia materialidad, sustantividad y naturalidad. Como diría el propio artista: “Lo único que importa es la obra, lo demás es maquillaje”.



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