martes, 15 de octubre de 2013

¿INVERTIR EN CULTURA?




¿INVERTIR EN CULTURA?


Hace falta invertir en educación y cultura, gastos que no serían elevados si pensamos en el dispendio que se hace en celebraciones efímeras, afirmaba el antropólogo Néstor García Canclini (La Plata, Argentina, 1939).

A lo largo de la historia se observa una tendencia de las sociedades a la conservación de su cultura, es el proceso de socialización o culturación de sus miembros, lo cual es función de la educación a través de la cual, a nivel social, se adaptan los individuos a los comportamientos y exigencias de su grupo social y también se les imprime el deseo de mejora y cambio de su propia realidad social.

Desde el punto de vista social la educación se produce siempre en contextos sociales tales como familia, amigos, escuela, asociaciones, etc., que a su vez son influidas por la cultura común de la sociedad a la que pertenecen, y es ella la que al potenciar las relaciones e influencias entre grupos, prepara a los individuos para comportarse como personas y desempeñar su función social. Esas relaciones e influencias grupales generan un conjunto de valores y conocimientos que se transmiten y que son asimilados desde una perspectiva social.

La cultura dinamiza la estructura social que se transmite de unas generaciones a otras, es por ello que la socialización plena de los individuos de una sociedad debe hacerse desde el compromiso de toda ella de educar y culturizar a todos sus miembros. El proceso educativo es por tanto un proceso universal inherente a toda la humanidad pero se mueve en un determinado marco sociocultural que es el vehículo para hacer cumplir sus funciones sociales. Las funciones sociales de la educación se dirigen a tres dimensiones fundamentales:

      1.             Preservar la cultura social.
      2.             Desarrollar la cultura social.
      3.             Promover la cultura social.

La función preservadora de cultura de la educación, garantiza la continuidad y cohesión que permite a la sociedad perdurar mas allá de la vida de los miembros que la conforman. La transmisión de la cultura es condición de supervivencia de la sociedad y se logra de una generación a otra.

La función de desarrollo de cultura de la educación, está en correspondencia con la formación de personas críticas y creativas que generen nuevos conocimientos y den respuesta desde un enfoque histórico cultural a los problemas presentes y futuros transformando y enriqueciendo la sociedad.

La función de promoción de cultura de la educación, complementa las de preservar y desarrollar en tanto logra mediar entre una y la otra, haciendo que las personas libres y creadoras que se formen, adaptadas a las normas sociales del grupo, estén preparadas para difundir la nueva cultura que se va creando como una nueva cualidad a lo largo del proceso educativo y permita así que las nuevas actitudes, valores y patrones de conducta de la sociedad no la desestabilicen, si no que la potencien y eleven a un nivel superior.

Existe una desconexión entre arte y educación. Hay muy poca formación de públicos, pocos programas para incorporar el arte a las escuelas. No se aprende a ser espectador yendo una vez cada tres años a una exposición que tampoco se publicita mucho a través de la televisión.

Suele ser curioso lo que pasa con la cultura, pues cuando hay que hacer los presupuestos gubernamentales, lo que menos se lleva es lo referente a este apartado. Cuando hay que hacer recortes por la crisis económica este apartado es de los primeros.

Varios estudios sostienen que la cultura crea sentimientos de identidad común y de pertenencia, elementos claves para la cohesión social. Adicionalmente, la cultura ejerce influencia en el reconocimiento e identificación de valores comunes, factores importantes para el establecimiento, la preservación y la práctica de la democracia (North, 1990). En esta línea, la Comisión Europea afirma que “…la cultura es un aspecto importante de la sociedad humana y ayuda a promover la inclusión y cohesión social, como así también la participación política…”.

Otros estudios sostienen que la cultura, o las características culturales de una sociedad, afectan la formación de valores y éstos el grado de felicidad de las personas.

Por su parte, la UNESCO sostiene que “la diversidad cultural es una fuerza para el desarrollo, no sólo respecto al crecimiento económico, sino también como medio para una vida intelectual, emocional, moral y espiritual más plena”, y que la “diversidad cultural es un activo indispensable para la reducción de la pobreza y el desarrollo sostenido”, con lo que “contribuyendo a la reducción de la pobreza, la cultura ofrece importantes beneficios en términos de cohesión social”.

En suma, todos estos elementos mencionados contribuyen o hacen parte del capital social necesario para el desarrollo sostenido de una sociedad.

Invertir en cultura es una de las mejores alternativas para que una sociedad mejore, por lo que realizar cosas de calidad no debe estar peleado con los espacios de difusión y mucho menos cuando se trata de raíces, tradiciones y costumbres de los pueblos

No hay que entender nunca la cultura como un gasto sino como una inversión. Para que un pueblo crezca hay que invertir en cultura.

En España al calor de la burbuja del ladrillo se ha gastado ingentes cantidades de dinero en mega construcciones “culturales” muchas de las cuales están inacabadas, son inservibles o están infrautilizadas. Todo este gran gasto (que no inversión) solo ha beneficiado a determinadas personas que se han llenado los bolsillos de ese dinero fácilmente dotado para estas construcciones faraónicas.

Pero ¿Cuánto dinero público se ha dedicado a culturizar al pueblo liso y llano?. Tal vez si se hubiera dedicado tan solo un 10% de lo empleado en las súper construcciones, España hubiera dado un salto cuantitativo en cultura.

Nos atrevemos a decir que nuestro país dentro de lo que es la Unión Europea está en los últimos puestos en cultura y en apoyo a los artistas.

¿Alguien se ha preguntado cuanto genera de beneficio la inversión en cultura en el PIB de ciudades como Londres, París y Madrid?.

Como puede ser que en España el I.V.A. cultural sea del 21%, el del fútbol el 10% y el de una revista porno el 4%.

Si bajamos algún escalón y nos vamos a los Ayuntamientos, vemos como en la gran mayoría la Concejalía de Cultura debería denominarse: Concejalía de Fiestas y Festejos varios, pues es para lo único que sirven y están dotadas, salvo excepciones.

Mientras que para exposiciones, talleres, conciertos, actos culturales no hay un céntimo, cuando llegan las fiestas patronales el dispendio es clamoroso. El toro mas asesino (cueste lo que cueste), las grandes comilonas populares, el chunda chunda, etc.

Los políticos se han dedicado a dar al pueblo, lo que les han venido dando desde hace cientos de años, es decir fiestas y mas fiestas. No hay apenas poblaciones en España que se distingan por sus magníficos actos culturales, se distinguen porque en unos sitios se embadurnan de tomates, se empapan con vino o con agua, tiran animales al agua y otros muchos etcs.

Si organizas un gran concierto, una presentación de un libro importante, por poner algún ejemplo, te tendrás que dejar el alma para anunciarlo a los cuatro puntos vientos y con suerte, algunos vendrán. Si organizas una gran comilona no hace falta anunciar nada, no se sabe como, pero acuden como moscas a la miel.

Y esto es lo que hay en este país llamado España.


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