viernes, 12 de octubre de 2018

LA EXPOSICIÓN DE OBRAS DE ARTE CONTRIBUYE AL PRESTIGIO DE LAS EMPRESAS

El arte es un toque de distinción de la cultura, la aptitud y la equidad de las empresas. Es por esto que las empresas se deberían identificar cómo quien quiere ser percibida por sus empleados y clientes. ¿Qué opinará cualquier persona que entre en un determinado establecimiento y vea fotos de Nueva York impresas o superficiales carteles colgados en las paredes?.

El arte aumenta el aspecto visual de cualquier negocio. Por ejemplo un bufete de abogados que hace transacciones internacionales, debería optar por reflejar dicha actividad y apertura con obras de arte. El arte es un instrumento de marca vigorosa: una obra de arte de calidad sin duda apoyará la imagen corporativa de la empresa, así como sus valores. Además de realzar el uso del espacio.

En el caso de grandes espacios como por ejemplo tienen determinados hoteles, el arte se utiliza para romper y definir un espacio. Las obras elegidas son grandes y se colocan, generalmente, en un punto óptico idóneo, mientras que en espacios más pequeños se utilizan varias piezas de diferentes tamaños. En cuanto a las áreas privadas como despachos que requieren intimidad, una obra arte bien seleccionada contribuye a la relajación, ayuda a aislarse cuando es necesario y detener la mente, dedicando unos momentos a la contemplación y al sosiego.

Establecer la diferencia con respecto a la competencia, es una necesidad de cualquier negocio. Sobre todo si éste tiene público de paso. Pueden ser hoteles, restaurantes, una sala de espera de un notario, médico, etc. En todos los casos es prioritario fortalecer la imagen de esos establecimientos públicos con unas obras de arte de calidad, para conseguir su objetivo: la decoración. A tal fin, se suelen gastar cantidades de dinero importantes pero se deja de lado o no se da importancia a algo tan primordial como lo que se pone en las paredes.

La decoración con obras de arte originales no requiere de un gasto descomunal sino una mínima inversión que ofrece mayor valor añadido y un encanto atractivo para los clientes reales o potenciales. A su vez, realza el local y despacho y contribuye a crear un ambiente de trabajo más agradable entre los trabajadores. La colaboración con los propios artistas, aportándoles esos espacios a decorar y ayudándoles a promocionarse y a que sus obras sean vistas por un gran público, debería estar ya en los estándares de cualquier hotel o restaurante que quiera tener una imagen de prestigio.

La imagen general de un hotel es un factor fundamental para el éxito del mismo. Recientes estudios determinan que por ejemplo el tener expuestas obras de arte originales puede llegar a cambiar la mentalidad de un cliente potencial y estimular una preferencia a la hora de hacer una reserva.

La decoración y el embellecimiento de los espacios en los que tiene lugar la experiencia de un cliente dentro del hotel son primordiales para que éste se sienta complacido, aprecie positivamente su alojamiento, lo recuerde y lo recomiende. Ofrecer a los clientes la experiencia inolvidable de descansar en unas instalaciones de ensueño rodeados de obras de arte no supone, ni mucho menos, una inversión millonaria, solo hay que buscar la colaboración con artistas con obras de calidad cuya exposición en el hotel den prestigio al establecimiento.

La imagen diferenciadora de cualquier establecimiento adquiere una mayor relevancia allí donde el público va especialmente a disfrutar de su tiempo libre. En restaurantes la decoración faculta a concebir un espacio en el que el usuario se siente parte del mismo, habitualmente acompañado de amistades, familia o de compañías profesionales. Es notorio que muchos pactos y negocios se realizan en restaurantes y cafeterías, con lo que es esencial crear un ambiente de confort. Para hoteles, restaurantes, etc. se deberían utilizar pinturas de cualquier tema y género mientras sean de calidad y por supuesto originales.

Estos establecimientos pueden y deben contribuir a la difusión del arte y la promoción de los artistas.

Deberían competir entre ellos por ver quién es el que tiene la mejor exposición de arte, porque eso sin duda les va a dotar de prestigio y marcar la diferencia con la competencia de otros hoteles.

Al ser sitios donde hay visitantes tanto nacionales como extranjeros, estarían contribuyendo a potenciar nuestro arte y a nuestros artistas.

No deberían hacer como hacen en la actualidad, de tener como fin principal el tratar que los artistas les decoren sus espacios. Que les regalen un cuadro y que apenas les den cobertura publicitaria.

También es importante que se mentalicen que una obra de arte no tiene por qué ir en consonancia con el resto de la decoración.

Y si deberían tener más presente que el apoyo al arte y a los artistas es algo que siempre es bienvenido e imprescindible.

Hay decoraciones clásicas que admiten perfectamente obras de arte modernas y viceversa.

En España se está en los comienzos expositivos de obras de arte, pero cuando se conciertan estas exposiciones se mira más el contexto en el que se exponen que la calidad de las mismas.

Ojalá llegue el día en que se establezcan como prioridad la calidad de las exposiciones, y la promoción de los artistas y que los hoteles compitan entre ellos en ver quien muestra mejores exposiciones. 

Que el prestigio de su marca la den, no solo las instalaciones de sus hoteles, la atención a sus clientes, sino que también colabore a esa imagen de prestigio unas exposiciones de arte, conferencias y otros eventos culturales.



                                    Espacio moderno en el Unión Café de Southwark


Vestíbulo del hotel Hyatt Regency en Lóndres con obras contemporáneas



Decoración del Restaurante Tschuggen en Suiza


Fusión de tradición y minimalismo en el despacho The Office Group en Lóndres



jueves, 11 de octubre de 2018

CENSURADO


“El arte no es un espejo para reflejar el mundo, sino un martillo con el que golpearlo”, advertía el poeta y dramaturgo Vladimir Maiakovski a comienzos del siglo pasado. Lejos de aceptar la función provocadora del arte a la que hacía alusión el artista ruso, la sociedad actual cuenta con una la larga lista de creaciones que han caído en las redes de la censura. Un veto que, aunque siempre ha existido, se ha intensificado en los últimos tiempos, por lo que cabe plantearse si el arte también está volviendo a los tiempos del famoso Torquemada.
Las nuevas tentativas, algunas de ellas ejecutadas, de eliminar y excluir del dominio público obras de artistas en España, chocan con las leyes vigentes sobre la materia, recogidas en la Constitución, que en su artículo 20 salvaguarda los derechos de los ciudadanos a expresar, publicar y exponer libremente sus ideas y opiniones y plasmarlas en sus creaciones artísticas. No obstante no hay que obviar que estos derechos puedan entrar en ocasiones con una incompatibilidad de otros, como el del honor, la apología al odio o el terrorismo, o bien con el rechazo que una obra concreta pueda producir en algunos sectores de la sociedad.


En 1994, el artista Antoni Muntadas puso en marcha http://www.thefileroom.org/documents/dyn/TFRsearch.cfm, una plataforma online que inscribe todos los casos de censura en el mundo del arte. Están organizados por motivos sexuales, de lenguaje, religiosos, políticos, económicos o sociales pero, con la cantidad y la gravedad de los casos de censura, veto, destrucción y coacción al arte, sus archivos se desbordan.

La censura en el arte ha existido siempre y por desgracia seguirá existiendo.
Pero resulta difícil de comprender como en pleno 2.018 se pueden seguir dando tantos casos de censura en el arte, sobre todo en obras de arte en las que no se da el mal gusto, que pueda causar repulsa a los espectadores.

Vemos por ejemplo si ese mal gusto se da en temas que afectan a la religión católica no pasa nada e incluso son motivos más de libertad de expresión sino de mofa, en el lado de temas musulmanes nadie se atreve porque su vida corre peligro.

Es decir ni lo uno ni lo otro.

Los desnudos siempre han sido objeto de censuras. Desde aquel Papa que ordenó vestir los desnudos de Miguel Angel. Algunos artistas como Tiziano, autor de La Venus de Urbino, se vieron obligados a recurrir a la temática mitológica y religiosa para evitar la censura. Todo esto hasta lo que hoy mismo sucede cuando no te dejan exponer un desnudo en un hotel.



Y es que nadie se ha preguntado ¿cómo venimos al mundo?.

Cuando vemos en televisión a cada momento desnudos, sexo, violencia,… ¿qué daño puede exponer un bello desnudo en un hotel?. O es que las televisiones de las habitaciones están también controladas y cuando emiten una película con algún desnudo, en ese momento se apaga el televisor.

Las obras de desnudos que se exponen en museos o palacios en los que hay miles de visitantes, ¿acaso se censuran? ¿O se advierte a los visitantes de que se incluyen obras con desnudos?.

Pero como la estupidez humana es un virus incurable y para el que no existe ninguna vacuna, quiero exponer públicamente la censura incomprensible que ejerce una señorita que está al cargo de la sección de exposiciones de una conocida cadena hotelera española.
Pues por si fuera poca la censura que se viene ejerciendo sobre el arte, esta persona quiere ser el no va más.

Según indica la cadena de hoteles para no herir sensibilidades de sus huéspedes, no deja exponer pinturas con temas de desnudos, religiosos o políticos.

Pero ella va más allá de lo que sus superiores la han indicado y se la ocurre también que las obras expuestas deben ir en consonancia con la decoración y la modernidad de los hoteles.

Por eso el rostro de una mujer de cualquier edad, de un niño, cualquier figura humana, no se puede exponer. Según indica la responsable de estas exposiciones en los hoteles, se trata de que no chirríen con la línea estética del hotel.

Y nos viene a decir también que se hace muy raro que en un espacio público donde pasa tanta gente, estar viendo caras de gente colgadas en la pared. Claro siempre y cuando no sean caras de personajes conocidos, entonces ya no se hace raro. Insiste en que no es estético, no es lo mismo que tenerlos en casa. Y que no tiene nada que ver con que sea buen artista el autor/a.

Nos continúa explicando que los hoteles no son galerías de arte, centros culturales ni espacios dedicados exclusivamente al arte. Son lugares donde millones de personas de diversas culturas conviven pagando por una estancia agradable. Y claro por esta razón no se puede exponer la cara de un niño o la de una bella mujer. Porque igual la exposición de esas obras no resultan agradables a los huéspedes de un hotel.

Luego está la prohibición de las obras donde se representan marcas, como por ejemplo las de Coca Cola, porque no quieren hacer publicidad de marcas, salvo que sean marcas de lujo, entonces ya no existe impedimento por su parte.

Pensar que a Coca Cola se le va a hacer publicidad en un cuadro expuesto en un hotel, es como pensar que la tierra es cuadrada o que los burros vuelan.

¿Qué diferencia hay entre Coca Cola, Banco de Santander, Metrópolis o Rolex?. Si no quieres hacer publicidad no puedes excluir unas marcas y otras no. Por esto temas urbanos no se pueden exponer, porque el que pinta la Gran Vía de Madrid va a poner en su obra alguna de las marcas que están en dicha vía madrileña.

Obras de las famosas zapatillas Converse o de la lata de Campbell, ¿cuantas veces se han pintado? . ¿A estas alturas, a esas marcas les vas a hacer publicidad?.

A alguien como yo, le resultan incompresibles todas estas exenciones y como he intentado deliberar y hacer ver las posiciones más comprensibles sobre que cuando expones arte no debes excluir marcas, ni niños, ni rostros ni nada de lo que esta persona excluye, pues la solución ha sido que yo no exponga en sus hoteles. Porque para esta persona mis argumentos y mis protestas por sus censuras, la resultan bochornosas y no las tolera.

No solo Facebook se encarga de la censura del arte, también hay personas que no son capaces de diferenciar una pintura de una cortina. Ni de lo que es arte y de lo que es decoración.